viernes, 8 de enero de 2010

Se nos complicó la operación



Pasó muy buena noche, incluso habló frases muy coherentes.
Ese día estaba con oxigeno, comió dieta blanda, todos la acompñamos y la cuidamos.
Por la noche, tomó sopa y puer´de papa, todo iba bien.
me senté en la silla para cuidarla, pero en la madrugada me despertó los ruidos que hacía, la vi sobresaltada, moviéndose de forma extraña, llamé a las enfermeras inmediatamente, para ver que era. Dios mio, tenía una convulsión. que miedo!
Se la llevaro nde una para la UCI, unidad de cuidados intensivos, lo que ella tenía era un edema pumonar , ocasionado por un alimento que no pudo procesar, unido al mal funcionamiento de los pulmones en ese momento. Tan débil que estaba para sufrir ahora un edema.
Me fuí a la UCI, empaqué mis cosas, me sacaron de la pieza literalmente, yo estaba pagando una clínica muy costosa como es la de Colsánitas y me sacaron de la pieza porque yo no la iba a usar más por el momento. Me sentí que estaba de caridad.
Pasé la noche más larga de mi vida, fué horrible, me sentía mal por haberme dormido, me confié en que estaba bien. Que rabia! podía haberlo evitado.
Bueno, llamé a toda la familia y empezamos a rezar por ella.

Llegó la campanada de alerta


Con el deterioro de mi abuela, empezó a sufrir de mareos y vértigos, se mareaba y no controlaba sus movimientos, hasta el punto de caerse. Casi siempre se daba en la cabeza, que dolor tan horrible! por eso empezamos a llevarla entre dos personas.
Decidimos tomarle una escanografía total, y sorpresa! tenía un hematoma subdural muy grande que le estaba desplazando el cerebro hacia un lado. Por eso le daban esos dolores de cabeza tan fuertes! Nosotros que pensábamos que sólo con un dolex se le calmaba. Habíamos pedido cita con un neurólogo que era una eminencia en Cali, el dctor Hernánez, pero el tenía cita para dentro de un mes, por eso decidimos llevarla de urgencia, a ver que se podía hacer.
Llegó el Doctor Olave, que aunque nunca lo había escuchado, resultó ser un gran cirujano. El nos recomendó operar inmediatamente, porque lo que me mi abuela tenía era una bomba de tiempo, en cualquier momento estalla y podía quedar commo un vegetal. No dió mucho susto porque ella tenía 88 años, es muy frágil y no sabíamos como respondería. A las 7 pm la internaron en la sala.
me tocó firmar unos documentos donde yo reconocía los riesgos que tenía la operación, sentía que la estaba entregando sin saber si regresaría.
A las dos horas nos informaron que estaba en cuidadosintensivos, la psaron a a la habitación, muy repentino pienso yo; cuando la vi me dió mucho pesar. Estaba rapada media cabeza, por ahí fue donde hicieron la incisión para extraerle la sangre.
Entonces yo decidí quedamr para cuidarla, cabe decirque no dormí nada